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Lunes, 20 Noviembre 2017 10:58

"Oye supiste lo que le pasó al ..."

Es común escuchar comentarios sin fundamentos o simples especulaciones sobre alguna situación o persona, este tipo de comentarios, son llamados chismes o  rumores y suelen darse durante el transcurso del año, pero se acentúan con mayor intensidad a fines de año.

Según wikipedia un rumor "es una proposición diseñada para ser creída y se transmite de persona a persona y que carece de veracidad”además, suele desconocerse la fuente de donde se originó.

Bajo el pretexto "Yo sólo digo lo que escuché, se suele transmitir rumores relacionados con la vida personal y familiar de compañeros de trabajo, como por ejemplo situaciones de infidelidad, aspectos físicos, fracasos de matrimonios, etc.  Los chismes de carácter laboral, suelen ocupar un importante lugar en la profesión de la rumorología y a que algún compañero no posee las capacidades o competencias para realizar lo que está haciendo, que es improductivo, irresponsable y un sinnúmero de comentarios que tienen como objetivo desacreditar a esa persona.

Según un estudio realizado por la Agencia Argentina de Comunicación Interna los rumores se pueden clasificar en los siguientes tipos:

  • Rumor Estimulante; este expresa buenos deseos, generan entusiasmo. 
  • Rumor Metemiedo; este tipo de rumor esparce una amenaza ficticia o hipotética, expresando la ansiedad o el temor quien lo transmite. Generan miedo. 
  • Rumor Cizañero; tienen como objetivo sembrar cizaña o discordia y dividir a un grupo o atacar a una persona. Generan desprestigio. 
  • Rumor Jactansioso; suele difundirse para presumir información privilegiada. Generan “poder”. 

Respecto de las fuentes del rumor, este mismo estudio menciona que, aproximadamente el 80% son generados por los funcionarios de mediana (36%) y mayor antigüedad (44%).  

Los rumores generan y acentúan un clima tóxico, incitando a los trabajadores a pensar en aquello que le han contado y a buscar más información para “saber si es o no verdad”, esta situación produce cansancio y desmotivación. Además, disminuyen y minan la confianza en la institución y su equipo directivo, disminuyen el compromiso institucional y dañan la imagen corporativa, entre otras consecuencias.

El “rumológo” es aquel que, quiere demostrar poder a través de la propagación de rumores, robándole tiempo a sus compañeros para obtener información y difundirla, a la vez que disminuye su productividad y eficiencia.

Como conclusión final, compartir la parábola de Las Tres Puertas”

Un joven discípulo dijo a un sabio filósofo: Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.

Espera, le interrumpió el filósofo. ¿Ya hiciste pasar por las tres puertas lo que vas a contarme?

¿Que tres puertas?

Sí, la primera es la verdad ¿Estás seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme?

No, lo oí comentar a unos vecinos.

Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda puerta, la bondad. Lo que quieres decirme ¿es bueno para alguien?

No, al contrario

Y la última puerta es la necesidad ¿es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?

No, no es necesario.

Entonces dijo el sabio sonriendo: "Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, mejor será olvidarlo para siempre"