Nuestra fe en Dios, fortalece la esperanza que como cristianos tenemos de la salvación eterna a través de Jesucristo. Esta esperanza está fundada en la seguridad de que Dios, es un Dios bondadoso y que nos ama. Sin esperanza en Dios el ser humano se encierra en su propio mundo, lucha sólo contra los problemas y se llena de angustias y pesares.
El hombre tiene como destino la vida eterna, la esperanza es la seguridad que le brinda Dios de su futuro, el confiar en él le da la certeza de la salvación a través de Cristo. La esperanza se funda en la fe, porque nace al creer en las promesas que nuestro Padre nos ha hecho.
El Adviento es un tiempo de vigilia y de esperanza en el cual nos preparamos para la “venida” o “llegada” del Señor. Es un tiempo lleno de expectativas que nos predisponen a abrir nuestro corazón y nuestra mente a la manifestación del Señor en nuestras vidas. Es un tiempo en que nos conectamos con la esperanza de que algo nuevo y hermoso va a suceder entre nosotros.