“El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces” - Steve Jobs
Un tercio o quizás un poco más de nuestra jornada diaria la pasamos en nuestro colegio, este constituye nuestro segundo hogar. Gran parte de nuestra vida la pasamos en interacción con los estudiantes que integran nuestra comunidad. Vale la pena, entonces preguntarse ¿Cómo me siento en mi colegio? ¿Qué sentimientos tengo respecto del trabajo que realizo día a día? ¿Cómo me relaciono con mis estudiantes, apoderados, colegas, compañeros y jefaturas? ¿Me siento motivado e inspirado o siento que mi trabajo es una carga?
Según la Psicóloga Amy Wrzesniewski, las respuestas a estas preguntas pueden ser de tres tipos, dependiendo de cómo nos sintamos identificados con nuestro trabajo y/o profesión.
“En una Comunidad de Aprendizaje se aprende colectivamente para mejorar la propia práctica educativa...”
(Adapt. Rosel Bolívar Ruano)
Hemos llegado al final de septiembre, nos queda un poco de más de dos meses de clases. En este periodo se nos avecinan una serie de desafíos que deben enfrentar nuestros alumnos; pruebas finales, proceso de elección de especialidades, proyecciones de estudios, evaluaciones SIMCE y de PSU, entre otras.
Estos desafíos son de gran relevancia para nuestros estudiantes, pues algunos deberán adoptar decisiones que les proyectarán en el futuro; otros, demostrarán cuánto hemos lograda plasmar en ellos, ya sea en su formación académica como en su desarrollo personal y social.
“las organizaciones sólo aprenden a través de individuos que aprenden. El aprendizaje individual no garantiza el aprendizaje organizacional, pero no hay aprendizaje organizacional sin aprendizaje individual. Cuando los equipos aprenden de veras, no sólo generan resultados extraordinarios sino que sus integrantes crecen con mayor rapidez.”
Peter Senge
Peter Senge en su libro La Quinta Disciplina se refiere a las organizaciones inteligentes como aquellas que son capaces de estar constantemente aprendiendo, de modo de adaptarse eficientemente a los cambios que experimenta nuestra sociedad. Él planea que para que una institución se convierta en una organización inteligente debe dominar las cinco disciplinas:
Identificar los rasgos que hacen que una escuela sea efectiva, fue una preocupación de los investigadores durante años. Estos esfuerzos derivaron finalmente en cinco claves, definidas como: Presencia de buenos profesores, salas de clase adecuadas, buena relación familia – escuela, liderazgo del director y evaluación permanente.
La primera conclusión, arrojaba que la eficacia no se explica por esas características exteriores, sino por el trabajo que hace la escuela.
Los resultados estaban en sintonía evidente con la experiencia internacional. Nuestras escuelas efectivas tenían en común las siguientes características: